sábado, 10 de mayo de 2014


Nostalgia
 


A veces siento nostalgia de un tiempo no vivido
Nostalgia de los llamadores de las puertas
De los intersticios de baldosas blancas
De un soplo de aire al atardecer.
 
Nostalgia de una voz
Que no te convoca,
Pese al giro repentino de cabeza,
De una presencia que está a miles de kilómetros de coordinadas
O que tal vez,
Es lo más probable,
No existe.
 
Entonces,
Cuando eso ocurre,
Cuando la nostalgia me invade,
Me quedo muy quieta,
Ensimismada,
Mirando las pelusas prendidas en los cierres metálicos de los grandes almacenes
Queriendo atrapar los continentes,
Las maneas,
Las nubes,
Las sonrisas,
La luz,
La incandescencia,
Los atlas
El brillo de sables,
El movimiento de las veletas marcando simultáneamente todas las direcciones,
El cruce inexorable de caminos.
 
Y me doy cuenta
Que no necesitaba
Que era razonablemente plena, feliz, 
En la medida, claro está, de mis posibilidades.
 

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