sábado, 10 de mayo de 2014

He buscado



He buscado el nombre de mis muertos
allá donde mis pasos me llevaban.
Y busqué,
busqué largamente,
escudriñando entre los rostros de la gente,
ahondando  ­–ahora me doy cuenta­–
ante sus torvos sentidos.
¿Conocéis a Santos,
al abuelo José,
a la hermana Luna?
Pero los hombres no conocían mis muertos,
y yo regresaba de nuevo a mi hogar
mirando el vacío con honda tristeza,
con una tristeza tan honda
que hacía crujir el cristal
y llorar a los niños.
Ya mis fuerzas se iban agotando,
mi paso se tornó cansino,
y mi vista se nubló de pronto
cuando los ví,
ví un instante sus nombres
en un lugar recóndito de la memoria,
Santos ponía,
y José ponía
 y Hermana Luna ponía,
para luego,
sombra frustrada o espejismo,
desvanecerse
casi
por completo.


No hay comentarios:

Publicar un comentario