Se envejece en la ciudad
Además de los domingos
Ciertas tardes lluviosas de sábado
Camino de la pastelería,
Mientras las dependientas
Asoman por las cristaleras
De sus establecimientos sin clientes
Esperando con ansiedad contenida
Que lleguen las ocho para echar el cierre,
Mientras las enfermeras caminan del brazo en su hora de merienda,
Y una bandada de gorriones picotea la acera húmeda,
Y las luces de neón del frenopático
Y las luces de neón del frenopático
Se iluminan antes
De que oscurezca
De verdad.
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