jueves, 15 de mayo de 2014

Lugar del abandono



















Afuera llovía
tiritaba imaginando el frío
mientras esperaba desnuda
(el acto de desnudarse es simple
primero se quita uno el abrigo
sigue con los zapatos
y  las medias).
Era de noche y llovía, eso ya lo he dicho,
pero es que por encima del eco continuo de coches y de la tos aguardientosa
en la ciudad estaba la lluvia.

No llegaste
nunca habíamos estado citados
porque ibas a venir ¿no es cierto?
Y con lágrimas de lluvia
rehuyendo el espejo, (único elemento en ese cuarto aparte de la cama)
me fui colocando
malamente
la ropa,
(el acto de vestirse es tan simple como el de desvestirse,
primero las medias,
luego los zapatos,
y  el abrigo).
Y mirando atrás por si acaso,
mirando atrás no fuera qué,
abandoné el lugar de los sueños casi de madrugada.

Aunque supe, siempre supe,
que no vendrías.
Ni siquiera cuando mi cumpleaños
vendrías.






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