Momentos
Hay momentos,
Es verdad,
Que uno piensa
Que no vale la pena seguir.
Pareciera que el cielo protectormente azul
Hubiera sido invadido por siniestros nubarrones
Y pájaros oscuros planearan sobre nuestras cabezas.
Pero tal vez si en esos momentos
Detenemos el pensamiento
-Terriblemente desesperanzado,
A qué negarlo-,
Tal vez si dejamos pasar el momento como si la cosa fuera con otro,
Al día siguiente
Aparezca una luz pequeñita
Destello o hálito de esperanza
A los que aferrarnos,
Y entonces es posible que los pájaros oscuros
Que planean sobre nuestra
cabeza
Se vayan con las tormentosas nubes
Y podamos retornar
A eso que solo uno puede hacer,
Que uno hace bien,
Más que porque esté destinado para ello
Porque así lo ha elegido
Concienzuda,
Serenamente,
Hablo de actos sencillos
Como sonreírle al panadero,
Regar la hierbabuena,
Tender cuidadosamente la ropa
-Una pinza aquí, otra allá-
En el patio interior a mediodía.
Hablo de actos sencillos como escribir ese poema
Que uno solo puede escribir
Porque
es de uno,
O componer esa canción que inventariamos
Para el otro.
Al fin y al cabo
La cosa consiste solo en eso,
En dar,
En darse.
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