lunes, 16 de febrero de 2015



VEO A LA NIÑA



Agazapada bajo la mesa de formica
veo a la niña  
que perdía siempre a los cromos 
a la soga
a la goma 
al escondite
al pañuelo,
al chorromorropicotaina, 
que sisaba en el cajón para comprar gajos de naranja con que agasajar a amigas
que nunca tuvo, 
que disfrazada con un cancán rosa demasiado holgado, 
entre cartones que le servían de atrezzo, 
actuaba en comedias sin público, 
que ideaba club de fans sin fans,
que soñaba huidas transcontienentales en peceras de champú marca Sindo.
Quiero susurrarle palabras amables,
quiero sanarla 
pero lo único que consigo hacer es tocarle levemente el hombro. 
Así me estoy 
inmantándome de su dolor 
-pozo o caverna-
horas, días, un tiempo indefinido.
Así me estoy  
hasta que levanta la cabeza,
me mira, 
me sonríe,
me cura de ella.

No hay comentarios:

Publicar un comentario