lunes, 1 de abril de 2019



En ese rincón


















En ese rincón
del patio
de mi madre
donde crecen las caléndulas
que ella sembró 
con sus propias manos
solo llega la armonía
y la espera
y una esperanza pequeñita
del tamaño de un alfeñique,
-pero esperanza al fin y al cabo-.
En ese rincón
del patio
de mi madre
solo hay luz,
incluso de noche
hay una luz tenue como ráfaga de polvo.
Lo descubrí al acercarme
quedamente.
Allí me acurruco ahora en la distancia,
y allí, en cavidad uterina,
permanezco durante horas,
casi sin moverme,
sin respirar apenas.
En ese rincón.